La jornada más larga y complicada marca el ocaso de Jerez en Doñana

La comitiva jerezana, avanzando por las arenas / Paco Holgado

El Cerro de los Ánsares marca cada año un punto de inflexión en el camino para la Hermandad del Rocío de Jerez, que volvió a disfrutar de una segunda jornada completa -tercera contando la de llegada- en el Coto de Doñana. La comitiva jerezana se ponía en marcha a las 8 de la mañana en dirección a este lugar, donde el obispo de Asidonia-Jerez, Monseñor Mazuelos, oficiaría la misa de romeros de las 10.30h, previo paso por el Corral de Félix.

Hasta pasado el medio día, la carreta del Simpecado no se puso de nuevo en marcha, buscando ya Guaperal para pernoctar en la última noche en Doñana del camino de ida. Las temperaturas se mantuvieron, permaneciendo la tónica de calor en las arenas y generando de nuevo un andar más pesado que en romerías anteriores. No obstante, la comparativa con el camino de 2016 sigue haciendo de estos días en el Coto una travesía que se solventa con hidratación y esfuerzo.

La tracción mecánica -coches y tractores con carriola- sufrió varios percances que ralentizaron la marcha de los peregrinos jerezanos, con pinchazos que hicieron que quienes salían del Coto para recibir al Simpecado en el día de mañana, lo hicieran a altas horas de la noche. El mal estado de las arenas por la escasez de lluvias -la antítesis del año pasado- ha marcado el camino de 2017.

La comitiva jerezana, avanzando por las arenas / Paco Holgado

Para muchos de los peregrinos, el viernes es, quizás, el día más completo y apasionante de cuantos viven en el camino, bien sea de ida o de vuelta. Las impaciencias de llegar a la aldea, acompañadas del paraje que atraviesa cada año la comitiva, hacen de esta jornada un día especial en el que disfrutar de recónditos lugares y llanos espacios naturales.

El Sopetón, Palacio, la Mancha de la Jabata o Aljibe del Lobo son algunos de estos parajes a cruzar antes de que la comitiva finalmente acabara reposando en Guaperal, preludio de una mañana que tendrá su inflexión en Manecorro y que alcanzará el cúlmen desde las 13.00h, cuando el Simpecado de Jerez entre por Bellavista, Muñoz y Pabón para salir a calle Almonte, calle Moguer y presentarse ante la Blanca Paloma.

Atardecer en el Coto / Paco Holgado

Habrá culminado entonces el camino de ida y solo quedará disfrutar de la Virgen, de la misa de Pentecostés, de la misa de Jerez en el Santuario y, por supuesto, de la llegada de la Blanca Paloma a la casa de Jerez.

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