Las personas que viven con ESPERANZA viven el doble.
Lunes de diciembre, lluvia y frío de la mano. Qué poquito le queda al 2017 para que le den el relevo definitivo, que el 2018 lleva “fajao” varios días esperando a que le hagan hueco en el costero derecho.
Déjame que te cuente una pamplina que me pasó ayer mismo. Te pongo en situación: habían caído ya en servicio varias medias botellas de fino cuando escucho a alguien decir este perfecto epitafio: “llevas en los ojos el brillo de las personas con ESPERANZA”
“El brillo de tener ESPERANZA”. Se nota a leguas ese brillo, el mismo brillo que apaga dudas y rescata verdades cuando más hacen falta. Brillos que dejan a faros en simples destellos sin importancia.
Diciembre es el mes de la ESPERANZA, ya que no hay mayor ESPERANZA que saber que el que nace en diciembre es el que traerá la ESPERANZA al mundo.
Ni le pongas murallas a la ESPERANZA ni la encierres en abrazos eternos del Guadalquivir, la ESPERANZA es la yedra que se enreda en tus dudas para que al final tomes la decisión que siempre tuviste que tomar.
Es la ESPERANZA la que lleva años escribiendo tu destino, es Ella la que emborronaba tus decisiones equivocadas para que Él no las tuviera en cuenta… ¿o no es eso lo que hacen las madres?
Ella es la que arropaba a tu abuela para que no se le enfriara el alma mientras ella iba viendo a la ESPERANZA cada vez más de cerca… tardas una vida entera para ver que Ella pasa de ser tu madre a ser tu hija y luego tu nieta.
La ESPERANZA es saber que no somos más que los eternos teloneros de nuestros hijos, somos el redoble de tambor antes de la alegría de escuchar sonar la marcha…la ESPERANZA es la melodía de esa marcha.
Era Ella la que aparecía justo después de tu enésima caída para quitarte el barro de las rodillas y ponerte bien las gafas…la ESPERANZA es la primera brisa que llevó tu barco al mejor de los puertos.
Es la ESPERANZA la que alivia la pena antes de que ésta aparezca, no hay más salvación que cruzar la mirada con Ella…eterno salvavidas para el náufrago.
¡SONRÍE! Tener ESPERANZA es tenerlo todo, lo que perdimos y lo que jamás llegaremos a tener…tener ESPERANZA es eso mismo, tenerlo todo sin tener nada…y es que, querido amigo, tener ESPERANZA es tener el alma en una eterna petalada.
¡VIVA LA ESPERANZA CARAMBA!
