Hace 35 años un joven cofrade era llamado para desempeñar una de las funciones más enriquecedoras de cuantas pueden imaginarse, la de ser los ojos, la voz y el mando para que se paseara como se merece por Jerez la devoción que tiene conquistado su corazón desde que nació. Desde entonces es capataz del Señor de la Oración en el Huerto. Se llama Manuel Ballesteros y, hoy, mantendremos con él una «Charla de Capirote».
Si bien es cierto que la juventud está en alza, y más que futuro es presente, nos agrada comprobar como hablando con Manuel queda patente que la experiencia es un grado. Gusta ver como personas que se lo merecen siguen teniendo su sitio en la Casa donde lo han dado todo. Por muchos años más de Ballesteros en su paso del Huerto, y por la Semana más bonita del año.