La Hermandad del Santo Crucifijo y la de La Sed certificaron nuevamente, durante la jornada de ayer, el entrañable nexo existente desde que la de San Miguel amadrinara la bendición de la imagen del onubense Elías Rodríguez Picón en 2010.
No en balde, en el transcurso del besapiés a dicha devoción cristífera, los miembros de la junta de gobierno de la corporación de la Madrugada del Viernes Santo hicieron entrega a los de la de San Juan Grande de un cofre relicario que contiene unas astillas extraídas del Santo Crucifijo de la Salud en la última restauración a la que fue sometido en el año 1995.
Este detalle volvió a reforzar el mencionado vínculo y se sumó a otro gesto de la hermandad de ‘Puertas del Sur’, que invitó a los miembros de El Santo Crucifijo a participar en su primera estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral en la jornada del Lunes Santo venidero.