La Reina de las Marismas discurre -ataviada con sus galas de dama viajera– por las calles de la Aldea de El Rocío tras un salto de la reja que ha dado paso, a las 14:45, al inicio de la procesión tras la cual se producirá su traslado a la Parroquia de la Asunción de Almonte.
De este modo, como cada siete años, los habitantes del pueblo onubense volverán a renovar el voto de acción de gracias a la imagen mariana por salvarlos de las tropas napoleónicas, acontecimiento que contará con varias etapas en el transcurso de las horas venideras.
En efecto, con el último rayo de sol y luego de la finalización de su recorrido por el poblado, la Blanca Paloma será cubierta y pondrá rumbo a Almonte hasta la amanecida, momento en el que arribará a El Alto del Molinillo, en el recinto de El Chaparral, donde las camaristas de la devoción le descubrirán el rostro para reemprender el camino hacia el primer templo de la exornada villa, en la que permanecerá nueve meses.