Esta Cuaresma, el Diputado Mayor no pudo dar el plan previsto por si la lluvia sorprendía a la cofradía, ni recomendó las atenciones a los más pequeños, el gran tesoro de las hermandades, para que las paveras supiesen cuando el “pavito” sale para irse con sus padres o hermanos. Ni siquiera marcó los puntos estratégicos donde los auxiliares proveerían de agua a los nazarenos, ni advirtió sobre el horario de llegada de los hermanos para la salida procesional, ni de los actos del día de salida. Y ni siquiera les indicó a los que, con papeleta de sitio, no iban a vestir la túnica, su ubicación dentro del templo en los momentos previos a la salida procesional.
No dijo nada de eso porque este año no se sale. Y no sale ninguna a pesar de que la mayoría tenía prácticamente dos cuadrillas de costaleros por paso, o más en algunos casos, prestas y dispuestas para acatar las órdenes de los capataces. Y no salen pese a tener cientos nazarenos de fila, a pesar de que ya se vislumbraba cuando la entrega de papeletas de sitio lo que podía suceder, y a centenares de “pavitos” y monaguillos.
Y no salen aunque cuenten con la colaboración total de los Grupos de Acólitos. Y no salen pese a los muchos estrenos previstos en todas y cada una de las cuarenta y cinco hermandades de penitencia de nuestra ciudad. Y no salen a pesar de que nuestros vecinos van a engalanar sus balcones y nuestros cantaores y cantaoras tenían ya preparadas las oraciones cantadas y las bandas sus marchas e instrumentos perfilados.
No ha salido ninguna, pero a partir de que podamos todos patear nuestras calles se iniciará este Cabildo de Salida, que no se celebró en su momento, donde el Diputado dirá que quiere ver una casa de hermandad llena de gente día a día, que quiere que los hermanos y hermanas se acerquen a diario a rezar a sus Titulares. Que además quiere que la Hermandad sea más Hermandad que nunca, a partir de estos momentos excepcionales que nos tienen que hacer mejor personas. Más humanos, más solidarios y también mejores cristianos y cofrades. Que esta penitencia que es no haber hecho estación con tu hermandad en este 2020 sirva para que te acerques más y más a ella cuando nos llegue a todos el momento de vernos y abrazarnos.
¡A esta es!
