Este viernes, en el transcurso de la Eucaristía de Acción de Gracias celebrada por la Hermandad de la Buena Muerte en la iglesia parroquial de Santiago, los cofrades de la Madrugada del Viernes Santo expresaron su agradecimiento a todos los medios de comunicación que, de una forma u otra, han transmitido un mensaje de fe y esperanza en estos meses en los que la pandemia del coronavirus ha cimbreado nuestra forma de vivir:
“¿Cómo van a invocar al Señor, si no creen en Él? ¿Y cómo van a creer en Él, si no han oído hablar de Él? ¿Y cómo van a oír hablar de Él, si no hay nadie que se los anuncie?”.
Estas preguntas, que San Pablo se hace en la carta a los Romanos, creemos que tienen un especial significado en estos tiempos tan convulsos por los que desgraciadamente estamos pasando.
Vivimos en un mundo en el que muchas veces los valores cristianos no son comprendidos; y cuanto menos se comprenden, menos son apreciados. Y, cuántas veces, ya comprendidos y apreciados, no son seguidos, o no son vividos. Tristemente, tenemos que confesar que la cultura que nos rodea influye mucho, que las situaciones en las que nos encontramos tienen un gran peso en nuestros corazones. Y en cuántas ocasiones estas situaciones nos llevan a tomar decisiones, opciones, formas de pensar y modos de vivir que, en el fondo, arrancan a Cristo de nuestra existencia.
Una vocación a la vida cristiana no se puede dar por sí sola, necesita los medios humanos para darse. Dios ha querido llegar a las personas a través de otras personas. Profesionales que han mantenido viva nuestra llama mientras no teníamos posibilidades de salir de nuestras casas, incluso poniendo en riesgo su propia salud en el cumplimiento de sus funciones. Citando de nuevo a San Pablo: “¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la Buena Nueva!”.
Prensa tradicional escrita o digital, emisoras de radio y televisión, páginas web, blogs, canales de video o en streaming, Twitter, Facebook, Whatsapp…
La plataforma o el medio es lo de menos, lo importante es el mensaje de FE que han sabido transmitirnos para mantener viva nuestra ESPERANZA y convertir en un sueño la pesadilla que ha supuesto esta pandemia. Ha sido esa forma de acercar a nuestros Sagrados Titulares al interior de nuestras casas para que nos sintiésemos más acompañados que nunca. Colgar una foto, reproducir una marcha, retransmitir una eucaristía con apenas tres asistentes o recordar momentos vividos en años anteriores han arrancado más de una lágrima a todos los que nos sentimos cofrades, y os estaremos eternamente agradecidos; no sólo por cumplir con vuestro trabajo, sino por poner todo vuestro corazón en ello. No estamos hablando de emitir información, estamos hablando de transmitir devoción.
Desde la Hermandad de la Buena Muerte queremos agradecer vuestro empeño en no dejarnos solos, en estar allí donde nuestro Señor y su Bendita Madre lo han necesitado, sobre todo por aquellos que ya gozan de su presencia eterna. Y esperamos que llevar al mundo la Palabra de Dios como lo habéis hecho, os suponga tener las puertas del cielo abiertas.
A todos los medios de comunicación, muchísimas gracias.
