El conocido hostelero Faustino Rodríguez Marín, propietario del Bar Juanito, falleció este pasado domingo a los 75 años de edad. La ceremonia de despedida ha tenido lugar este lunes a las 10:30 de la mañana en la iglesia conventual de Santo Domingo. Faustino Rodríguez era cofrade de varias hermandades de Jerez: El Transporte, Santa Marta y Cristo de la Expiración. Varias cofradías lamentaron en el día de ayer el fallecimiento del popular hostelero a través de sus perfiles en redes sociales:
Lamentamos profundamente el fallecimiento de D. Faustino Rodriguez Marín, Hermano de nuestra Hermandad y conocido empresario de nuestra ciudad.
— Hdad. del Transporte (@Transporte_ofic) February 21, 2022
Que dios le conceda una vida eterna de Consuelo y de Misericordia Infinita.
Descanse en Paz. pic.twitter.com/avgH2rOtYB
OBITUARIO POR NUESTRO HERMANO D. FAUSTINO RODRIGUEZ.
— Hdad Santa Marta Jerez (@HdadSantaMartaJ) February 20, 2022
En el día de hoy nos ha dejado nuestro hermano y hostelero D. Faustino Rodríguez dueño del famoso Bar Juanito. pic.twitter.com/49f3d9jgXf
Esta mañana ha fallecido D. Faustino Rodríguez Marín hermano de nuestro hermano Manuel Rodríguez. D.E.P.
— Hdad. Soledad Jerez (@HdadSoledad1564) February 20, 2022
Acompañamos en su dolor a toda la familia y lamentamos enormemente la pérdida de un gran devoto de Nta. Madre y Sra. de la Soledad, que sin duda, lo recibirá en la Gloria. pic.twitter.com/uxTGEnj2Z9

Faustino Rodríguez Marín nació el 21 de diciembre de 1946, hijo de Juan Rodríguez “Juanito”, quien fundara el Bar Juanito en 1943, en torno a un complejo de edificios municipales. Sus estudios los realizó en el colegio La Salle Buen Pastor, en la calle Antona de Dios. Tras trabajar en el Casino Jerezano y ayudar a su padre, en 1981 abrió el nuevo bar que con el tiempo se convertiría, también, en restaurante, en el número 1 de la calle Pescadería Vieja, entre la Plaza del Arenal y la Puerta Real. Su carta siempre ha contado con más de cincuenta tapas que ensalzan la gastronomía de lo sencillo y entre ellas las alcachofas, su plato estrella, que fueron reconocidas en diferentes concursos provinciales, además de obtener el Premio Nacional a la Mejor Tapa de 1992. El Segundo Premio Nacional -“porque no me iban a dar dos veces el primer premio”, decía- lo consiguió con otra de sus excelencias: la carrillada al oloroso de Jerez. Descanse en paz.