El pasado 20 de marzo, la caída de un mortero de cemento de una de las bóvedas de la iglesia de San Marcos provocaban el cierre de la sede canónica de la Hermandad de la Sagrada Cena. Las intensas lluvias propiciaron el citado desprendimiento, por el que afortunadamente no hubo que lamentar daños humanos o patrimoniales. Así pues, tras 11 días de trabajo, el templo vuelve a abrir al culto.
En efecto, los trabajos en el interior del mismo han concluido con la instalación de una malla protectora que asegura la integridad física de los fieles, así como la protección del monumento tardogótico. Hay que recordar que la iglesia se encuentra embarcada en un proyecto de rehabilitación y restauración que fue presentado el pasado 17 de enero.
Por último, desde la Diócesis de Asidonia-Jerez realizan un llamamiento a la colaboración «con este templo histórico para el inicio de todas las intervenciones necesarias para su rehabilitación […] Este valioso patrimonio de la ciudad de Jerez, es legado de todos los fieles que han pasado por él y pasarán teniendo siempre a Cristo y María como centro. Asimismo, no podemos olvidar que se trata de unos de los referentes culturales de la ciudad sede de la Diócesis».