El culto sacramental, en horas bajas

Fotografía: David Puerto Román

Que el culto sacramental no se encuentra en su mejor momento es una afirmación que llevamos escuchando ya desde hace bastante tiempo, pero lo vivido los dos últimos domingos en Jerez, tanto con la procesión eucarística de la Hermandad Sacramental de Santiago como con la del Corpus Christi que organiza el Cabildo Catedral, han demostrado que en nuestra ciudad -y no es la única- debemos buscar soluciones para recuperar el esplendor de otros tiempos. Y creo que la Iglesia diocesana tiene mucho que decir.

Las procesiones presididas por el Santísimo Sacramento recorren sus itinerarios con muy pocas personas disfrutando en la calle de la presencia de Su Divina Majestad, y con cortejos engordados con la presencia de representaciones de las cofradías penitenciales. Poco más.

Ayer domingo, en la procesión del Corpus Christi en Jerez, se constató la falta de ganas, de interés y de cuidado por parte de los organizadores y de los fieles, situación que viene ocurriendo en los últimos años. Incluso resultó ridículo que el cortejo procesional no pisara las alfombras que los grupos jóvenes de las cofradías jerezanas habían dispuesto en el recorrido en la víspera de esta Solemnidad.

A las 18:30 horas se inició en la S. I. Catedral la celebración de la Eucaristía, que estuvo oficiada por el obispo de Asidonia-Jerez, monseñor Rico Pavés, seguida con la posterior procesión del Santísimo Sacramento por las calles de nuestra ciudad, finalizando en la iglesia parroquial de San Miguel, al filo de las 23:00 horas, con la Bendición y Reserva de Su Divina Majestad.

Como novedad, el paso de la Custodia de Gabella Baeza fue portado por una cuadrilla de costaleros comandados por el capataz Miguel Ángel Jaén Torres, utilizándose para ello la parihuela del paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza de la Yedra, así como los respiraderos que realizara el orfebre Manuel Rodríguez Pérez para el mencionado paso de palio. El acompañamiento musical estuvo, un año más, a cargo de la Banda Municipal de Música de Jerez, que con apenas una veintena de músicos interpretó un interesante repertorio de marchas eucarísticas.

Una procesión que no pasará a la historia y que debe servir para corregir errores y buscar nuevos incentivos que permitan recuperar el lustre de años pasados.

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