Alberto García Reyes, director de ABC de Sevilla, ha dicho que Rafael de Paula, quien quiso morir el día de los Fieles Difuntos en su Jerez de la Frontera, «se lleva a la tumba la quimera de la tauromaquia: la potencia indómita derrotada ante la fragilidad de un cuerpecito cogido con alfileres».
El palo cortado del toreo -media verónica literaria del pregonero de la Semana Santa de Sevilla de 2017- se ha consumido en el catavino de la esencia taurina.
Unido desde siempre a la Hermandad del Prendimiento -Rafael Soto Moreno nació en la calle Cantarería el 11 de febrero de 1940- el insigne torero jerezano regaló a la Virgen del Desamparo un traje, convertido posteriormente en saya, con el que Rafael de Paula cuajó, el 17 de mayo de 1979 en Jerez de la Frontera, una inolvidable faena al toro «Sedoso» de la ganadería del Marqués de Domecq, al que cortó las dos orejas y el rabo.

En la Semana Santa de 1985, año en el que Rafael de Paula vivió su etapa personal más complicada, la prensa nacional se hizo eco de la participación del torero jerezano en la estación de penitencia de la Hermandad del Prendimiento, acompañando a sus sagrados titulares.
Luto oficial en Jerez de la Frontera
Con motivo del fallecimiento de Rafael de Paula en la jornada de ayer, el Ayuntamiento de Jerez ha decretado dos días de luto oficial en todo el municipio, en señal de respeto y homenaje a la memoria del genio del toreo.
La misa funeral se celebrará mañana martes día 4 de noviembre, a las 12:00 horas, en la iglesia parroquial de Santiago el Real y de Refugio. Con anterioridad, desde las 09:30 hasta las 11:30 horas, el mencionado templo acogerá la capilla ardiente con los restos mortales de Rafael Soto Moreno.







