La jubilación es una de las grandes preocupaciones de miles de mujeres que han dedicado su vida al cuidado del hogar. En 2025, el IMSERSO ha actualizado los criterios que determinan si una ama de casa puede acceder a una pensión contributiva o, en caso contrario, a una pensión no contributiva (PNC).
La realidad es que muchas de ellas no han tenido la oportunidad de cotizar lo suficiente en el sistema laboral. Por ello, el Estado contempla alternativas para que puedan contar con un ingreso económico en la vejez, siempre que cumplan ciertos requisitos de edad, residencia y carencia de rentas.
Diferencias entre pensión contributiva y no contributiva para amas de casa
En primer lugar, se distingue entre dos tipos de prestaciones:
- Pensión contributiva de jubilación: se concede a quienes han trabajado y cotizado al menos 15 años, con la condición de que dos de ellos estén comprendidos dentro de los 15 anteriores a la jubilación. La cuantía final dependerá del total de años cotizados y de las bases de cotización acumuladas.
- Pensión no contributiva (PNC): es la alternativa para aquellas amas de casa que no alcanzan los 15 años de cotización. Para acceder a ella es necesario tener 65 años cumplidos, residir en España y acreditar un mínimo de 10 años de residencia legal, de los cuales dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
Importes y condiciones económicas en 2025
En este ejercicio, la pensión no contributiva se fija en 564,70 euros mensuales en 14 pagas, lo que equivale a 7.905,80 euros al año. No obstante, la cuantía puede variar en función de los ingresos personales y de la composición de la unidad familiar, con un mínimo establecido de 141,18 euros al mes.
Para poder cobrar esta ayuda, los ingresos anuales no deben superar los 7.905,80 euros. Además, si la solicitante convive con familiares, el IMSERSO aplica límites de renta conjunta, que se incrementan según el número de miembros en el hogar. Por ejemplo, en una unidad familiar de cuatro convivientes, el tope se sitúa en 24.507,98 euros al año (o 61.269,95 euros si los convivientes son padres o hijos).
La solicitud de la PNC debe tramitarse en los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma, en las oficinas del IMSERSO o en la Seguridad Social. Una vez presentada, se valoran los ingresos y la situación familiar para determinar el importe exacto a percibir.