Pasó nuevamente el 16 de julio. La Virgen del Carmen salió a las calles de Jerez en una calurosa tarde (el termómetro marcaba 35 grados a la hora de la salida) en la que el público volvía a esperar impaciente la llegada de la Patrona de los marineros. Una devoción más propia de ciudades costeras que en Jerez tiene un arraigo histórico que la hace única. En el año que se conmemoran los 50 años de la Basílica, la procesión del Carmen se presentaba con novedades notables.
Una de ellas era la cuadrilla de costaleros, que en esta ocasión se estrenaba casi por completo con Manuel Jesús Elena al frente, que debutaba como capataz. La otra fue el cambio de recorrido (mínimo) que permitió que la Virgen del Carmen entrase en el Iglesia de San Francisco para adentrarse en la Capilla del Voto en el año en que se cumplen 400 de la defensa del Voto Concepcionista por parte de la ciudad de Jerez.
Tras la Virgen, repetía por segundo año consecutivo la Banda Sinfónica Municipal de San Fernando que desde 2016 sustituía a la del Maestro Tejera tras más de 30 años acompañando a la Reina del Carmelo. Como repertorio, el acostumbrado. Marchas de corte clásico con gran sabor jerezano como ‘Cristo de la Expiración’ o ‘Reina del Carmelo’ de Germán Álvarez Beigbeder entre otras composiciones como ‘Margot’ o ‘Procesión de Semana Santa en Sevilla’. Un compendio de composiciones que casa muy bien con la idiosincrasia de esta corporación de Gloria. También hubo tiempo para homenajear a Pedro Morales con marchas como ‘Esperanza Macarena’.
Asimismo, el paso presentó como novedad la restauración de los candelabros de guardabrisas, un trabajo que ha sido realizado en el taller del jerezano Antonio García Falla.
En definitiva, una jornada espléndida en la que la Virgen del Carmen volvió a recorrer las calles de la ciudad entre un mar de personas que se impusieron a una jornada calurosa muy propia de la época estival. La Basílica ya espera a una nueva salida en el año 2018.