Derroche de Pasión en el pregón de la Semana Santa de Rota

Nuestro compañero Miguel Ángel Lobato desgranó una exaltación plagada de emoción

El Auditorio Municipal ‘Alcalde Felipe Benítez’ de Rota acogió el pasado sábado el LVI Pregón de la Semana Santa de la villa, que corrió a cargo del cofrade Miguel Ángel Lobato Ramos.

El escenario estaba presidido por la cruz de guía de la cofradía de la Vera-Cruz, custodiado por dos ángeles ceroferarios, decoración que se completaba con los reposteros del Consejo Local de Hermandades y del Ayuntamiento de Rota.

El pregonero fue presentado por José Joaquín Arévalo Alonso (LII Pregonero de la Semana Santa de Rota en el año 2015, hermano y archivero de la Hermandad de la Vera-Cruz). Arévalo Alonso hizo resaltó que el pregonero es un cofrade crucero, de familia crucera con una tradición de ocho décadas. Hizo un elegante relato de los momentos previos a la salida procesional, donde todos los miembros de la familia Lobato Ramos se citan en casa de sus padres para revestirse del hábito de la Vera-Cruz. La relación familiar con la capilla de San Roque y la Hermandad de la Vera-Cruz quedó patente en esta presentación “San Roque ya está cerca, la barriga se encoje; lo sabes sin tener que mirar por dónde vas; ves el primer globo entre el discurrir de la gente y tu hijo pide pronto la seguridad de tus brazos; cuando llamas a la puerta agachas la cabeza; y entras por la ermita a territorio sagrado”. Resaltó la pertenencia al grupo joven que coordinó Juan López Letrán ‘Juan Corro’, su participación en la Junta de Gobierno de la Hermandad, participó enciende velas en el cortejo de las mujeres que acompañan al Cautivo y como celador del Domingo de Ramos, colaboró en los inicios de la Revista de Semana Santa de Rota, fue coordinador de la Delegación de Juventud, así como fue uno de los creadores de la web oficial de la Hermandad y de la web Rota Cofrade. Estas labores informativas, continuó el presentador, se completan con la labor informativa en el desaparecido portal cofrade hispalense ‘La Pasión Digital’ y como colaborador en el programa jerezano radiofónico ‘La Levantá’, perteneciente a la web ‘Jerez Cofrade’, que es emitido por LaFM Radio.

José Joaquín Arévalo tampoco quiso olvidar el paso del pregonero por la desaparecida Asociación Cultural Cofrade ‘Azahar de Rota’ y el papel que ha venido desarrollando presentando en diversas ocasiones la revista y el cartel de la Semana Santa de Vera-Cruz y de la citada Asociación ‘Azahar’.

Además de su vinculación a la Hermandad de la Vera-Cruz, Arévalo Alonso nos presentó a un pregonero que fue antiguo alumno salesiano en las Casas salesianas de Rota y Campano.

Igualmente, destacó que en Miguel Lobato “convergen los cinco siglos de historia ininterrumpida de una devoción que arrancó en el XVI y que hoy sigue intacta en el corazón de los cofrades de caché” y que su amor por Rota y sus cofradías le ha llevado a servir de enlace entre el Archivo Histórico de la Hermandad de la Vera-Cruz y varios historiadores jerezanos “que han aportado en los últimos meses mucha luz en un nuevo libro de Historia que es justo que se escriba”.

Tras anunciar la realización de un nuevo libro sobre la historia de la Hermandad de la Vera-Cruz, Arévalo Alonso nos acercó la realidad familiar de este cofrade, casado con María José, padre de dos hijos, que residen en Jerez de la Frontera. En la ciudad de Jerez, Miguel Lobato ha ingresado en la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud, además de pertenecer desde años a la Hermandad de la Patrona roteña.

Lobato Ramos comenzó su pregón con un relato de su infancia recordando unos pasitos que realizaba, su participación en una antigua Cruz de Mayo, su colección de estampitas… ese niño que fue y que hoy se subía al atril para venir a “su pueblo a desnudar mi alma, arropado por mi fe y dispuesto a entregar en esta noche el corazón” Seguidamente el pregonero realizó un recorrido histórico, gastronómico y geográfico por nuestro pueblo en forma de piropo a ese pueblo que lo vio nacer.

No obstante, Arévalo destacó que uno de los momentos en la vida cofrade de Lobato Ramos será continuar llevando de su mano a su hijo Jaime y a su hija María que este año vestirá el hábito nazareno por primera vez.
Tras los saludos de rigor, el presentador agradeció la confianza que depositó en él la permanente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías y su presidente, reconociendo “la responsabilidad que dicha empresa conlleva, pero que al día siguiente se disiparon, no en vano, era para mí una gran ilusión, pensar que realmente ya había llegado mi hora”. Igualmente agradeció a su presentador su cometido y su disponibilidad, al igual que recordó al padre del presentador, Antonio Arévalo Soto quien “estará muy orgulloso de vernos desde el cielo hoy a los dos en este escenario”. También quiso agradecer y dedicar su pregón a los integrantes de su familia, quienes en estos meses de elaboración y preparación del pregón han notado su ausencia, y en especial de su hijo Jaime y su hija María, a quienes estuvo dedicado este pregón

Continúo Lobato Ramos con un relato haciendo un relato de las tardes-noches de cuaresma y el ambiente cofrade que se vivía en su casa y como, desde pequeño, deseaba acompañar a su padre en la preparación de los pasos de su Hermandad de la Vera-Cruz y que hizo que la capilla de San Roque fuese su segunda casa en el tiempo de Cuaresma.
No se quiso olvidar de la antigua imagen del Señor de la Paz que un día llegó de Olot y quedó marcada en los corazones de los niños veracrucistas y que “con cara dulce nos llamaba la atención al entrar en San Roque, con su rostro tierno y sereno”, ese era Jesús de la Paz al que acompañó sus primeros años con una palmita formando parte de un cortejo que era un “vendaval de alegría y que irradiaba felicidad desmedida” la tarde del Domingo de Ramos.
El pregonero recordó su vinculación familiar a la Hermandad de la Vera-Cruz, que se perpetúa en sus hijos que son la cuarta generación de hermanos de la cofradía de la Capilla de San Roque, templo a la que el pregonero quiso dedicar un bello romance que enlazó con el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz rematando su disertación con otro romance al crucificado firmado por el escultor Diego Roldán.

Especialmente bello fue el relato dedicado a la Virgen de las Angustias, narrando el diálogo de un momento de oración con su hijo y la pregunta del pequeño sobre quién era la Virgen María. Miguel Ángel no ocultó su devoción a la Madre de los veracrucistas “La que siempre es mi consuelo por donde quiera que vaya, que va despertando “te quieros”, y en San Roque está su casa. La que llevo en mi cartera, la que está en mi cabecero. Nunca encuentro mi momento, y no se ya como nombrarla, perdona que no me exprese, como tu así te mereces y como te ven tus hijos, los que siempre te acompañan”.

El pregonero nos llevó de nuevo a su niñez recordando el cortejo del Señor de la Salud y el silencio sepulcral que acompañaba al, por entonces, único paso de la cofradía. Esta Imagen le evocó al pregonero la caída de los hombres que se alejan de Dios y su llamamiento a participar del sacramento de la reconciliación, donde Cristo nos espera para “levantarnos de nuestras propias caídas”. Seguidamente, nos recordó de la grandeza de esta cofradía no está únicamente en su “verdadera y riquísima protestación de fe en nuestra calles”, sino en la importantísima labor de Caridad que ha venido realizando con niños bielorrusos “como si de hijos suyos se trataran, en un alarde de amor y solidaridad”. Miguel recordó a los recientemente fallecidos José Sánchez Durán y a José Manuel Caballero a quienes dedicó un romance escrito para la Virgen de la Caridad.

El azulejo de la Virgen de los Dolores sirvió al presentador para iniciar su relato de la “Señora del Jueves Santo”. Miguel recordó a la asociación ‘Azahar de Rota’ que se constituyó en la Casa de Hermandad de los Dolores y que acogió a un gran número de buenos cofrades que forjaron una gran amistad y cuya sede de la calle Álvaro Méndez fue el lugar de instalación del belén.

El pregón continuó un soneto dedicado a Jesús Nazareno, al que llamó “Padre de Rota” destacando la devoción de Rota a Jesús Nazareno lo que se ve plasmados en los cuadros que engalanan las casas de los roteños. Lobato Ramos tampoco se olvidó de la efemérides del 375º aniversario de la fundación de la cofradía del Nazareno, como tampoco de la Virgen de la Amargura a la que definió como “Reina de los Nazarenos”.

Lobato Ramos nos volvió a recordar sus años de niñez cuando acompañaba como enciendevelas a la Imagen de Jesús Cautivo y Rescatado, momento que aprovechó para recordar a las llamadas “mujeres del Cautivo” “las que siempre acuden a su cita el Primer Viernes de Marzo y las que siempre esperan su traslado el Viernes de Dolores”.
Los inicios de la Hermandad del Amor como Víacrucis público de fieles, el Mandamiento del Amor, un romance al crucificado tallado por Pinto Berraquero, la virtud de la esperanza y una décima a la Virgen de la Esperanza ocuparon los momentos dedicados a la más joven de la cofradías roteñas. No sin antes, Miguel nos recordó la importancia que tiene la Resurrección de Cristo para la vida del cristiano.

De la Hermandad del Santo Entierro, el Pregonero reconoció que era su gran desconocida y que tan solo la ha visto procesionar en ocasiones puntuales debido a que su cofradía procesiona el mismo día. Evocó su elegante hábito, su unión con la Sacramental, su vinculación con el Ayuntamiento, su hermanamiento con las Hermandades del Nazareno y Rocío, sus ensayos solidarios,… Al Señor Yacente le dedicó el pregonero unos bellos versos antes de llevarnos a la soledad en la que viven muchas personas “ancianos, gentes sin familias, jóvenes desorientados de la vida…” que entroncó con un romance a la Imagen tallada hace casi medio siglo por José Pérez Conde.

Para concluir, el Pregonero dedicó sus últimas palabras a los postreros días de la Cuaresma, con unos bellos versos a las campanas del templo parroquial de Nuestra Señora de la O. También recordó su labor en Rota Cofrade, un proyecto que comenzó hace 15 años para dar difusión de las Hermandades y Cofradías de Rota a todos los cofrades que visitan la página. Como no podía ser menos recordó las Bodas de Oro del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, pidiendo a los cofrades un compromiso cofrade y cristiano.

El pregonero no quiso olvidar en su despedida a sus hermandades de la Vera-Cruz, Rosario y la del Santo Crucifijo de Jerez de la Frontera, que fue rematada con un romance final dedicado a la Virgen de las Angustias.
Durante el acto intervino la Banda Municipal de Música ‘Maestro Enrique Galán’ que interpretó las marchas ‘La Madrugá’, ‘Virgen de las Aguas’ y ‘Amarguras’.

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