Durante el transcurso de la pasada noche, las hermanas camaristas procedieron a entronizar en su paso procesional a la Santísima Virgen del Rocío, que ya luce -junto al pastorcito- el terno realizado en el taller de bordados de Fernando Calderón.
Dicho atavío, que ha sido donado por el propio bordador y la ciudad de Jerez de la Frontera, se conjuga con el arreglo floral llevado a cabo por José Manuel Vega, compuesto por amarilis, calas, iris-lirios, amapolas y flor de la jara.
Otra de las novedades son las coronas de la Reina de las Marismas y el Divino Infante. Tales preseas han sido ejecutadas por los ‘Hermanos Delgado’ y son obsequios de las filiales, no filiales y asociaciones rocieras, en el caso de la imagen mariana, y de la Matriz -en representación del pueblo de Almonte- en lo respectivo al Niño.