‘Los discípulos de Emaús’ como metáfora desoladora

El artista David Bokeh nos presenta la ‘Cena de Emaús’ de Caravaggio bajo el supuesto de su suspensión, con motivo del confinamiento

Cuando vi en la National Gallery de Londres la sala 31 podría decirse que cumplí el sueño de un joven que se plantea -aún lo hace- estudiar Historia del Arte. Y es que la disciplina que me apasionó en los últimos años de instituto provocaron mi admiración por el pintor italiano del siglo XVI, Michelangelo Merisi. Caravaggio (Milán, 1521). Aún recuerdo la clase en la que estudiamos su maravillosa técnica del claroscuro, también llamado tenebrismo, una destreza que marcó escuela en la Italia de la época. Sin duda, mi favorita, ‘Los discípulos de Emaús’.

Al principio, Caravaggio sufrió el rechazo de cuantos encargaban sus obras al pintor, que andaba ya unos años por delante de los gustos y entendederas de sus posibles mecenas. El realismo y las representaciones religiosas, a menudo inspiradas en los estratos más bajos de la sociedad de la época (p.ej. El verdugo de Juan El Bautista -también en la muestra londinense-, de aspecto desaliñado; el mismo que azota a Cristo atado a la columna hasta en dos ocasiones), fueron los ‘culpables’ de una carrera llena de segundas versiones adaptadas a los apetitos pictóricos establecidos.

Ahora, en este despiadado confinamiento, el artista David Bokeh nos presenta la ‘Cena de Emaús’ de Caravaggio bajo el supuesto de su suspensión, con motivo del confinamiento. El arte de quedarse en casa, dice el artista digital, que reedita la obra y elimina la presencia de Cristo y, sobre todo, el escorzo de San Pedro (en el que extiende sus brazos haciendo el gesto de la Cruz, donde morirían ambos).

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Una metáfora para un tiempo en el que hay tiempo hasta para escribir este texto y las siguientes comparaciones.

La ‘magna’ de Caravaggio

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La Cena

Jesús en el huerto de los olivos

El Prendimiento

(Según el título de la obra, aunque el misterio correspondiente en la Semana Santa de Jerez sería el de La Clemencia)

La Flagelación

Caravaggio tiene dos versiones distintas de este pasaje evangélico. En la primera, Cristo está representado según los Evangelios, previo a ser coronado de espinas (San Marcos 15, 17-19). En la segunda, Jesús aparece ya con la corona.

La Coronación de Espinas


Ecce Homo

La Mortaja

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