“Nuestra principal tarea es pagar como si hubiéramos salido a la calle”

El hermano mayor del Desconsuelo apuesta por que las cofradías abonen sus pagos a sus proveedores y asegura no es momento de pensar en procesiones futuras

Pregunta: Ante todo, ¿cómo vivirá el Hermano Mayor del Desconsuelo este Martes Santo sin la Hermandad en la calle?

Respuesta: Pues será un Martes Santo evidentemente muy distinto. Me viene a la memoria aquel Martes Santo en el que de pequeño no pude acompañar a la Hermandad por tener sarampión. Fue una experiencia muy triste, muy rara, de un vacío de estar pensando que no estaba con ellos, pero con la diferencia que esta vez tampoco van a salir ellos a la calle. Han querido que sea así. Y como han querido que sea así, aprovecharé para recogerme, pensar en los momentos bonitos que se han vivido durante todos estos años. Este año, porque ellos solo saben por qué, estaremos en nuestra casa, pero seguro que será para bien y que el año que viene lo retomaremos con más ganas que nunca.

P. Como economista, ¿cómo crees que afectará económicamente esta situación a las cofradías y particularmente a la Hermandad de Desconsuelo?

R. Evidentemente no puedo pensar otra cosa que va a ser un golpe muy duro para nuestra Semana Santa. Para todas las personas que viven de esta Semana Santa. Hay personas que lo van a pasar realmente mal. Empresas que dependen de nuestro mundo, de nuestros pedidos, de la cera, de la orfebrería… Yo lo que puedo decir es que tenemos que estar muy unidos, que tenemos que ser muy solidarios, que hay que ser conscientes que si nosotros no pagamos ponemos en riesgo nuestro propio futuro porque vamos a cerrarnos puertas de suministros de nuestros propios proveedores, de artistas que dependen de nosotros y que pueden dejar de trabajar porque no les pagamos, y creo que aparte de hacer obras como las que estamos haciendo con las mascarillas, caretas, repartiendo a los ancianos, nuestra principal tarea en este momento es hacer como si hubiéramos salido a la calle, tratar de pagar en conciencia a todas aquellas empresas o personas que necesitan de nuestro dinero, que necesitan de nuestro apoyo para seguir funcionando. Esa es la mejor tarea que pueden hacer ahora mismo las hermandades. Y ya veremos…, ya veremos cómo afrontamos el futuro. Pero desde luego, ser muy solidarios con estas empresas para que el daño sea el menor posible.

“Si no salen pasos este año, no pasa absolutamente nada”

P. Uno de los temas que más controversia ha provocado desde la noticia de la suspensión de las procesiones y cultos en Semana Santa es la posibilidad de realizar una magna o salida procesional en acción de gracias.

R. Hablar de una Magna me parece prematuro en estos momentos. Creo que ahora es de obligado cumplimiento colaborar y salir lo antes posible de esta situación en la que está sufriendo tanta gente. Cuando todo pase creo que nos tenemos que poner de acuerdo para buscar una forma de celebrar el fin del confinamiento y que Dios haya “echado una manita” en todo lo que estamos viviendo. Si es una Magna o es otro tipo de celebración, es cuestión de hablarlo. Para mí, personalmente, para hacer una Magna debe haber una razón importante que justifique sacar pasos a la calle fuera de la época de Cuaresma. Si no salen pasos este año, no pasa absolutamente nada. Ya el año que viene viviremos doblemente la alegría. Pero si aún así hay una mayoría que cree que hay que celebrar el fin del confinamiento con una Magna, no pasaría nada y lo celebraríamos con toda la ilusión del mundo.

P. Debido a las medidas ante la pandemia, se han visto suspendidos los cultos y se han cerrado lo templos. Desde la espiritualidad, ¿cómo has vivido esta Cuaresma?

R. Este confinamiento que ha provocado la pandemia, nos ha brindado a la vez una oportunidad única de vivir la Semana Santa de otra manera. Nosotros no concebimos la Semana Santa sin ver las cofradías en la calle, pero la verdadera Semana Santa, lo que motivó nuestra forma de vivir la Semana Santa, sigue existiendo, evidentemente. Cristo sigue muriendo y resucitando por todos nosotros, y ya que nos ha tocado vivirla así en el confinamiento, pues habrá que hacerlo desde nuestra “iglesia doméstica” en compañía de los nuestros, degustando los pasajes del Evangelio, hablando sobre lo que significó la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo… Es una oportunidad que tenemos todos para reflexionar, para pensar, para darle aún más valor a lo que nosotros celebramos con nuestras procesiones.

P. Por último, ¿qué mensaje trasladarías desde aquí a todos los hermanos que no podrán acompañar al Señor de las Penas y a María Santísima del Desconsuelo en la jornada de hoy?

R. A los hermanos que este año, como yo, como todos, que no pueden acompañar a sus titulares el Martes Santo y, por ende, todos los días de nuestra Semana Santa a sus respectivos titulares, lo que les diría es que este año ellos han querido que sea así. Ellos han querido este año quedarse en San Mateo, o han querido quedarse en cada uno de los templos de nuestra gran Semana Santa y que ofrezcamos este sacrificio, que sé que es un sacrificio, el no poderlos ver en las calles, para vivir la Pasión de una manera distinta, para vivir la Pasión de una manera intensa, para darle gracias por todos esos días que podemos ir a verlos y no vamos. Ellos están allí, están esperándonos todo el año, no hay que esperar que llegue Semana Santa para rezarles, para darles gracias. Estoy seguro que esta ausencia forzada a la que estamos sometidos nos hará gozar más, nos hará sentir más ganas para verlos cara a cara cuando finalmente podamos ir a nuestro templo y rezarle. Así que les digo que mucho ánimo, mucha tranquilidad. Y que confíen, que cuando todo esto pase, nuestra Hermandad, y estoy seguro de que todas las hermandades, van a ser más fuertes, van a estar más unidas y van a tener más ilusión para sentar las bases de una Semana Santa 2021 esplendorosa.

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