Si bien en los últimos años la “suerte” no ha llegado con premios sonados de la Lotería de Navidad a ninguna de las cofradías de nuestra ciudad, no deja de ser cierto que el reparto de los números de las mismas suele marcar la cotidianidad de muchos miembros de las hermandades en el transcurso del otoño.
No obstante, aunque en el de este 2020 los vendedores de las diferentes corporaciones lo han tenido especialmente complicado para vaciar sus talonarios, ya que no ha habido ni zambombas ni otros actos lúdicos a causa del coronavirus, el boca a boca ha puesto de su parte para que quien más y quien menos tenga boletos cerca con imágenes de sus devociones.
Y este esfuerzo no ha resultado baladí, ya que lo expendido también repercutirá positivamente en las cuentas de las hermandades, a las que asimismo, y por mor de la COVID-19, no les vendría mal que el azar les reservara algo de fortuna en este 22 de diciembre.