La Virgen de los Dolores bendice al voluntariado de ‘Costaleros por nuestros mayores’

San Juan de los Caballeros acogió finalmente el emotivo acto en el que se reconoció la labor de más de trescientas personas

La Virgen de los Dolores presidió este domingo en la iglesia de San Juan de los Caballeros un emotivo homenaje a las más de trescientas personas que en pleno confinamiento domiciliario se sumaron a la iniciativa ‘Costaleros por nuestros Mayores’.

La inestabilidad meteorológica alteró casi por completo el guión de una jornada que en cualquier caso debe quedar para los anales de la historia de la Hermandad de las Tres Caídas.

Tanto es así que la misa de campaña y posterior acto de reconocimiento público que debían celebrarse en los jardines de La Atalaya debieron llevarse a cabo en el interior del vecino templo de San Juan de los Caballeros.

Además, la Virgen de los Dolores permaneció en dicha iglesia hasta las ocho de la tarde, cuando ya había pasado por la ciudad un frente lluvioso que dejó importantes precipitaciones.

El cortejo partió de la iglesia de San Lucas al filo de las nueve de la mañana, ofreciendo la titular mariana de la Hermandad de las Tres Caídas una imagen inédita al ocupar unas andas cedidas por la sevillana Hermandad de Montesión.

La mayordomía de la corporación jerezana remató esas andas con un palio de respeto de la Hermandad de la Vera Cruz.

La Banda de Música de Gerena fue la encargada de ofrecer sus sones a María Santísima de los Dolores, algo que había hecho por última vez en la ya lejana Semana Santa de 2018.

Camino de San Juan de los Caballeros, la Virgen de los Dolores se hizo presente ante la capilla de Santa Marta y la iglesia de San Mateo. Allí aguardaban Madre de Dios del Patrocinio y el Señor de las Penas, respectivamente, cuyas cofradías habían improvisado altares para recibir a la comitiva.

Carlos Redondo ofició la eucaristía en San Juan de los Caballeros, a la que siguió ese cálido homenaje al amplio voluntariado de Costaleros por nuestros mayores.

La cofradía se puso de nuevo en marcha, pero un tímido aguacero aconsejó que volviera sobre sus pasos cuando la Virgen de los Dolores apenas había atravesado el cancel del templo.

Finalmente se optó por esperar a las ocho de la tarde para, ya con el cielo despejado, regresar a San Lucas por San Juan, Palma, Justicia, plaza del Mercado, Cabezas y plaza de San Lucas, en lo que constituyó el broche de oro a una iniciativa solidaria que surgió como respuesta de emergencia al Covid-19.

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