El Sábado Santo vuelve porque “la realidad ya no es la de 1983”

Rico admite que retomar esta jornada “puede ser una oportunidad evangelizadora” y subraya la importancia de “ganar un día más de manifestación pública de fe”

El obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés, está ya “perfilando” el decreto que vendrá a derogar el promulgado en 1983 por monseñor Bellido Caro a través del cual se suprimían las estaciones penitenciales en la jornada del Sábado Santo.

De este modo vendrá a dar carta de naturaleza a lo que hasta ahora no ha pasado de ser una “aprobación verbal” a la salida de las cofradías en la víspera del Domingo de Resurrección.

Monseñor Rico Pavés se refirió este martes a esta cuestión en el programa Luz de Pasión, que se emite semanalmente en 7 TV Jerez.

En ese decreto, el pastor diocesano vendrá a admitir que la Iglesia se encuentra ahora “en una situación diferente a la de hace cuarenta años”, de modo que “puede ser una oportunidad evangelizadora procesionar el Sábado Santo”.

El obispo fue claro al subrayar además la “gran importancia” que tiene para la Iglesia “ganar un día más de manifestación de fe en la calle” en un contexto de “creciente secularización y laicismo” en el que “cada vez son más las voces de quienes quieren” retirar “a los creyentes, y no sólo a los católicos, de los espacios públicos”.

En paralelo, se mostró consciente de que para “muchas personas” las hermandades y cofradías constituyen su “único vínculo” con la Iglesia, de ahí que sea necesario “cuidarlas”.

El prelado no ocultó la singularidad litúrgica del Sábado Santo, una jornada en la que la Iglesia anima a “vivir la experiencia de lo que significa quedarse sin Jesús”.

Por ese motivo, los sagrarios “están vacíos” y los altares “desnudos”. Incluso, no se confiesa salvo en caso de peligro de muerte y ni siquiera se celebran exequias.

Sin embargo, el hecho de que no se celebren sacramentos no implica que no se puedan dar “expresiones de devoción popular” que “ayuden” al católico a “centrarse en el sentido propio de ese día”, que es algo en lo que admitió “habrá que ir caminando” a partir de ahora.

A este respecto, esbozó cómo le gustaría que fuera en un futuro ese Sábado Santo procesional. “Me gustaría que fuera mariano, porque, ¿qué es lo que hace la Iglesia cuando Cristo no está? Se agarra a la Virgen María, a la Madre. Hay muchas advocaciones que se corresponden perfectamente con el Sábado Santo”, explicó.

Precisamente ese es el sentido que dan a esta jornada “en lugares donde la Semana Santa no tiene la fuerza que tiene en Andalucía”, en los que se reza el Vía Crucis “con especial referencia a la Virgen María”.

A la espera de que en un futuro más o menos próximo se puedan ir incorporando a esta jornada procesional nuevas advocaciones, lo que sí se da por hecho es que en 2023 harán estación de penitencia La Piedad, La Sagrada Mortaja y el Cristo de las Almas, de la Hermandad Sacramental de Santiago.

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Freno a las extraordinarias

Más allá de la cuestión del Sábado Santo, monseñor Rico Pavés admitió que “en parte” los cofrades se están sobrepasando a la hora de solicitar procesiones extraordinarias. Y en este sentido adelantó que la Delegación diocesana de Hermandades y Cofradías ya está ultimando “un formulario actualizado” para pedir esas salidas, porque a veces en las peticiones que llegan al Obispado “hay mucha literatura que a veces despista” a la hora de decidir.

El obispo recordó que “la normativa es clara”, ya que limita esas salidas extraordinarias a los “aniversarios redondos” de la fundación de la hermandad, no contemplándose efemérides relacionadas con “bendiciones, reorganizaciones o acontecimientos de relevancia”.

Monseñor Rico Pavés espera que este nuevo formulario “ayude” en ese necesario discernimiento y advierte de que, aunque no ve mal que se promuevan procesiones se corre el peligro de “desfigurar el sentido auténtico de la Semana Santa” si se saca “de sus días”. “A nadie se le ocurre cantar un villancico el Jueves Santo. Pues con este caso nos está pasando lo mismo pero a la inversa”, apostilló.

Con todo, el prelado se mostró receptivo a la posibilidad de organizar una procesión magna coincidiendo con el Año Santo de 2025, tal y como ya le ha planteado el Consejo local de la Unión de Hermandades, aunque habrá que esperar a ver “cómo se encaja” en la programación que la Diócesis recibirá desde Roma.

El obispo tampoco eludió referirse al visto bueno otorgado hace apenas unas semanas a la Hermandad de la Entrega de Guadalcacín para que siga haciendo estación de penitencia en un templo del centro de la ciudad.

“Después de escuchar a todas las partes he comprobado que esta hermandad está vinculada a su parroquia; que contribuye a la transmisión de la fe, especialmente entre los niños y jóvenes; y que pertenece a la Unión de Hermandades con todos sus derechos y obligaciones. Además, sin ser un experto urbanista, es previsible que Guadalcacín sea un barrio más de Jerez en dos o tres décadas”, concluyó monseñor Rico Pavés.

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