Así vivió Jerez el Miércoles Santo

La Hermandad del Prendimiento vivió una accidentada salida con la rotura del olivo dispuesto en el paso de misterio

La Hermandad del Soberano Poder ha sido la encargada de abrir el Miércoles Santo. Faltaban todavía diez minutos para las tres de la tarde cuando su cruz de guía inicio el largo trayecto que separa a la barriada de La Granja del centro de la ciudad.

Es precisamente en ese recorrido por la avenida de Europa y el entorno del parque González Hontoria donde se puede apreciar en toda su magnitud el singular ambiente que rodea a esta populosa cofradía, con familias completas que caminan junto al cortejo nazareno que precede al Señor del Soberano Poder.

La principal novedad de este año ocupaba precisamente un lugar destacado en ese cortejo. Ildefonso Jiménez ha sido el encargado de bordar el nuevo estandarte corporativo, una pieza de gran belleza que sigue la línea rocalla del paso de la cofradía.

La Agrupación Musical de la Sentencia volvió a poner sus sones al valiente caminar de la cuadrilla de costaleros, comandada una vez más por Raúl Rodríguez.

La Hermandad del Consuelo ha sido siempre ‘la hermandad del Pelirón’, pero en estos últimos años sus imágenes titulares reciben culto en el céntrico y lejano convento de las Hermanas de la Cruz. Por ese, la salida este Miércoles Santo por segundo año consecutivo desde la parroquia de las Viñas permite su reencuentro con su hábitat natural.

El elegante cortejo nazareno inició su recorrido al filo de las cuatro y veinte de la tarde, haciéndolo este año por la avenida de Arcos en busca de Gaspar Fernández y Bizcocheros.

Los respiraderos del paso del Señor del Amparo siguen incorporando trabajos de talla, constituyendo una notable novedad la presencia de la Agrupación Musical de la Clemencia, que ha tomado el relevo a las diferentes bandas de cornetas y tambores que hasta ahora habían acompañado a la imagen.

El palio de la Virgen del Consuelo presenta como principal estreno una peana de madera tallada, lo que sin duda le confiere una mayor personalidad si cabe. Detrás, la Asociación Musical San José Artesano, de San FernandoSe estrenó como capataz del palio Manuel Monje, mientras que el frente del misterio estuvo Ezequiel Simancas.

La Hermandad de Santa Marta procesionó por primera vez el Sábado Santo de 1961, jornada en la que se mantuvo hasta 1980 para incorporarse al Miércoles Santo. Por eso, la recuperación de esa víspera del Domingo de Resurrección como jornada procesional ha generado un amplio debate en el seno de la cofradía, que se debate entre mantenerse en el lugar en el que viene procesionando desde hace ya más de cuarenta años o volver a su origen.

Cuando el cortejo que precede al Cristo de la Caridad ha empezado a pisar el empedrado de San Mateo faltaban aún veinte minutos para las cinco de la tarde. Poco después ya se adivinaba la presencia de las imágenes que conforman el grupo escultórico del Traslado al Sepulcro, que pasean por Jerez sobre unas andas históricas. Detrás llega el palio de Madre de Dios del Patrocinio.

Jesús Sánchez Lineros y Álvaro Barba son los capataces de ambos pasos, acompañados por la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Caridad y la Banda de Música del Rosario del Cuervo.

El Señor de la Salud en sus Tres Caídas es sin duda alguna una de las grandes devociones de Jerez. Estamos por tanto ante una imagen que trasciende a la propia cofradía que le rinde culto y eso se nota mucho antes incluso de que se abran las puertas de San Lucas, a las cinco en punto de la tarde.

La hermandad modifica este año su itinerario tradicional para visitar el convento de las Hermanas de la Cruz nada más abandonar su templo, recorriendo de este modo el perímetro de la renovada plaza Belén.

Esa fue la principal novedad de una corporación que acaba de culminar un periodo de interinidad que no ha impedido acometer la necesaria restauración de la Virgen de los Dolores.

Es una cofradía que pone tres pasos en la calle, ya que al del Señor de las Tres Caídas y la Virgen de los Dolores sumó años atrás el del crucificado de la Salud.

Esa aportación, así como el acompañamiento musical de su paso de palio, han acentuado su carácter de cofradía de corte clásico y elegante.

La Hermandad de la Amargura ha presentado en la calle el resultado final del trabajo de restauración acometido sobre su paso de misterio, una empresa compleja que fue confiada al buen hacer del artista onubense Daniel Sánchez Vázquez.

De este modo, la cofradía ha logrado conservar una de sus señas de identidad, cerrando el debate existente tiempo atrás sobre la conveniencia de ejecutar un paso de nueva factura.

Y es que resulta difícil imaginar al Señor de la Flagelación sobre otro paso que no fuera este, que en su día se inspiró en el del Desprecio de Herodes de la sevillana Hermandad de la Amargura.

La Banda de Cornetas y Tambores de la Vera Cruz de Utrera estrenó en la calle la marcha ‘Y lo flagelaron’, que está dedicada al primero de los titulares de la cofradía de Los Descalzos, al frente de cuya cuadrilla de costaleros repitió Francisco Monje.

Detrás llegaba el paso de palio de la Virgen de la Amargura, uno de los conjuntos más sobresalientes de la Semana Santa de Jerez. Martín Gómez comandó a la cuadrilla de costaleros, que siempre deja el regusto de las cosas bien hechas. Como extraordinario se antoja casi siempre el trabajo de la Banda de Música Julián Cerdán, que ha conformado un binomio casi indisoluble con esta cofradía.

La Hermandad del Prendimiento ha sido la última en echarse a la calle en esta jornada de Miércoles Santo. Lo ha hecho a las siete de la tarde, desde una parroquia de Santiago en cuyos alrededores se vivió una fiesta grande desde el mediodía.

Lo hizo sumida de nuevo en otro periodo de interinidad e incertidumbre motivado por unas divisiones internas que no parecen solucionarse.

Por si fuera poco, la envergadura del olivo que se dispuso este año sobre el paso provocó su rotura justo a la salida del templo, lo que originó el consiguiente parón.

Suerte que el Señor del Prendimiento y la Virgen del Desamparoestán siempre por encima de todo y de todos.

Pasará la Semana Santa -y lo que tenga que pasar- y ahí seguirán constituyendo el único pilar seguro al que aferrarse.

Manuel Puyol e Ildefonso Rubio fueron los capataces de ambos pasos, que volvieron a contar con los acompañamientos de la Agrupación Musical San Juan y la Banda de Música del Nazareno de Rota.

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