Con un minuto de diferencia con respecto al pasado año, los almonteños saltaron la reja a las 2:56 horas de este lunes de Pentecostés, justo cuando el Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte cruzó el dintel del Santuario de Nuestra Señora del Rocío tras el rezo del Santo Rosario. Así se inició, un año más, la procesión de la Santísima Virgen. Como siempre, entre repique de campanas, vítores y palmas.
Tras salir del santuario, la bendita imagen de la Virgen del Rocío, que lucía el “traje de los Montpensier” e iba exornada con rosas rojas salpicadas con briza máxima en tonos azules, inició su visita a las 127 hermandades filiales, comenzado por la de Huévar del Aljarafe (Sevilla).
Los rocieros jerezanos tuvieron que esperar hasta las 12:47 horas para recibir a la Blanca Paloma en las inmediciones de la Casa de Hermandad, en una de las visitas más tardías que se recuerdan.
A las 14:10 horas, la Virgen del Rocío llegaba al Santuario, finalizando la procesión por las calles de la aldea tras algo más de once horas de recorrido.