La Virgen del Confinamiento recibirá culto en Jerez gracias a la cesión del escultor Juan Manuel Martín a la Inspectoría Salesiana, que ha decidido además que la imagen se quede en el Santuario de María Auxiliadora.
De este modo se despeja la incógnita que el propio imaginero de Los Palacios había alimentado desde que inició su proceso de creación en pleno periodo de confinamiento -en la Cuaresma de 2020-, unos trabajos que fueron retransmitidos en directo a través de las redes sociales y que contaron con una inusual acogida que se tradujo en más de un millón de visualizaciones de personas de todo el mundo.
Esta misma semana se ha firmado en una notaría de la localidad palaciega el acuerdo de cesión de la imagen a la Inspectoría Salesiana, lo que permitirá su regreso a un templo en el que ya estuvo expuesta en ceremonia de veneración hace poco más de un año, en una gira que la llevó a diferentes municipios andaluces.
Precisamente han sido factores decisivos a la hora de determinar el destino final de una dolorosa que alcanzó fama internacional antes incluso de salir del taller la extraordinaria respuesta de los jerezanos y el esmero que puso aquellos días la Hermandad de la Redención. La cofradía del Jueves Santo jerezano va a asumir además la guarda y custodia de la imagen, que ocupará lugar destacado en el Santuario de María Auxiliadora.
Esos trabajos implicarán la organización de los cultos en su honor que se estimen oportunos. En cualquier caso, la cofradía no se plantea que esta dolorosa vaya a sustituir a la suya propia, María Santísima Madre de la Iglesia Auxiliadora del Pueblo de Dios, que seguirá siendo su titular mariana.
Desde un primer momento, Juan Manuel Martín dejó claro que realizaba esta imagen de manera desinteresada con idea de donarla a algún templo o congregación que le rindiera culto. Fueron más de cuatrocientas organizaciones de 18 países diferentes las que solicitaron la cesión de la dolorosa. Sin embargo, el escultor sevillano ha decidido entregarla a la comunidad salesiana y esta a su vez por dejarla en el Santuario de María Auxiliadora de Jerez.
Tanto la comunidad como el centro educativo reciben “con mucha honra y gratitud” esta donación, anunciando ya que la imagen dispondrá de altar propio en el templo de la avenida de San Juan Bosco.
Se ha previsto incluso un acto de recepción para el próximo sábado 20 de noviembre consistente en una breve procesión por el interior del santuario que dará comienzo a las 12:00 horas y contará con la presencia del director de la casa salesiana de Jerez, Mario Pardos Ruesca.
Ese mismo día el Santuario quedará abierto de manera ininterrumpida hasta las 20:00 horas para que todas las personas que así lo deseen puedan acercarse a la imagen, que se expondrá en ceremonia de veneración a los fieles. Posteriormente será colocada en el altar en el que se le ofrecerá culto a partir de ahora.
El origen de María Santísima del Confinamiento -que fue bendecida bajo esta advocación el 13 de septiembre de 2020 en la sevillana iglesia de los Terceros- coincide con el inicio de la crisis sanitaria motivada por el Covid-19.
El taller del escultor Juan Manuel Martín acostumbra a recibir visitas de escolares durante la Cuaresma, a quienes explica el proceso de creación de una imagen. La declaración del primer estado de alarma, el confinamiento domiciliario y la suspensión de las clases impidieron que pudiera mantenerse esa tradición, de modo que Martín optó por trasladar esa experiencia didáctica a través de las redes sociales, explicando todo ese proceso desde su inicio. Así fue cómo cada tarde iba mostrando al mundo -el fenómeno alcanzó dimensión internacional- los trabajos de elaboración de una dolorosa.
Como bien ha recordado Juan Manuel Martín, las primeras emisiones en directo apenas reunían a “25 ó 30 personas”. Sin embargo, el boca a boca hizo que ese número de seguidores se incrementara de modo exponencial, admitiendo que en algún momento se llegó a sentir desbordado porque “nunca había imaginado” tamaña repercusión de su trabajo.
Cree que la clave de ese éxito es que las personas que se conectaban cada tarde con su taller “encontraban paz y tranquilidad”, convirtiéndose aquellas emisiones “en un bálsamo para mucha gente” que además le hacían “partícipe” de sus propios problemas, algunas incluso hospitalizadas que “sólo tenían esta compañía”.
Las retransmisiones a través de las redes sociales se iniciaron el 20 de marzo de 2020, justo en el inicio del confinamiento, y concluyeron coincidiendo con la solemnidad del Corpus Christi de ese mismo año con María Santísima del Confinamiento luciendo ya su aspecto definitivo.
Un homenaje a su propia madre, pero también a todas las personas mayores
La dolorosa que desde este próximo sábado recibirá culto en el Santuario de María Auxiliadora de Jerez fue concebida por su autor como un homenaje a su propia madre, pero también a todas las personas mayores que a su juicio fueron quienes más sufrieron tanto el confinamiento como los propios efectos del Covid.
De ahí que se muestre a una imagen “algo más madura” de lo habitual. Lleva tres lágrimas, una por cada uno de los meses de confinamiento y los ojos claros.
“Es la mirada de mi madre, que los tenía celestes. También porque quería que viéramos en esos ojos un cielo azul y limpio en contraste con aquellos días negros del inicio de la pandemia”, explica Juan Manuel Martín.