La Hermandad del Prendimiento sigue estando de actualidad. La intervención del obispado en la polémica surgida tras la destitución de Juan Montero como capataz del paso de misterio -que supuso la nulidad de esta decisión y el posterior cese de la junta de gobierno– ha generado un aluvión de reacciones a través de las redes sociales y varios medios de comunicación que han obligado a la autoridad eclesiástica a emitir un comunicado a fin de aclarar las decisiones tomadas en el transcurso de esta controversia.
No en balde, desde Bertemati se explica que la revocación de la determinación tomada para con el responsable de la cuadrilla del titular cristífero viene dada por no haberse formalizado en base a los requisitos que exige el Derecho Canónico, circunstancia que fue objeto de impugnación por parte de un miembro del cabildo de oficiales de la del Miércoles Santo.
Esta coyuntura, según el mando diocesano, generó una división en la cofradía que se materializó en una carta de cinco ex hermanos mayores, así como en una recogida de firmas, para que se hiciera efectiva la actuación del obispado, que convocó al máximo dirigente de la de Santiago y a su teniente. Tras esto, Don José Mazuelos decretó el fin del ejercicio de la junta de gobierno, dejando al cargo de la corporación de manera transitoria al párroco, D. Diego Moreno Barba -resolución en torno a la cual se ha trasladado un recurso que tendrá contestación en el plazo establecido-.
Por último, la misiva, que aboga por el regreso de la armonía a la hermandad, hace constar que el Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, Joaquín Perea Montilla, no ha participado en ninguno de los actos jurídicos realizados en torno a este asunto.