Hace mucho, una conocida figura de la política autonómica me dijo: «Para vencer, hay que convencer al que no piensa como tú». Una frase que, más allá de las reminiscencias unamunescas, se ajustaba a la realidad.
Hoy por hoy, la vida es bastante distinta. El día a día no se entiende sin tener una parcela de una trinchera ideológica en la que no cabe nadie más que quien se cree con el derecho de aceptar al resto en su particular cortijo. Porque qué es eso de convencer al distinto para que entre en la casa de Dios y se sienta acogido. Ni hablar: o eres como quiero que seas, o fuera.
Y escribo esto porque, quizás lo hayan intuido, jamás he encontrado ningún suceso más injusto en nuestras cofradía que lo que ha pasado con el capataz del misterio de la Flagelación. Nadie, nunca, se opine lo que se opine y mientras las hermandades no estén en el centro de la crítica destructiva e irrespetuosa, debe ser castigado por ello. Porque, además, se han visto barbaridades en redes sociales, que no vienen al caso, pero que protagonizaban capataces, miembros de junta o pregoneros. Y nunca sucedió nada. Normal. Las opiniones personales que no involucren a las cofradías deben escapar al poder de acción de las juntas de gobierno rehenes de unas ideas. O de quien las dicta desde un despacho de un Ayuntamiento o la sede de un partido político.
Opinar políticamente de manera personal no debe estar reñido con formar parte de una cofradía. Pero parece que sí hay personas que opinan que «ser nosequé no es compatible con ser cofrade». Verdad absoluta a la palestra, trinchera cavada y quien no esté aquí conmigo, está contra mí.
Peligroso camino el de no aceptar en nuestras hermandades a quienes no piensen como queremos que piensen. Terminaremos pidiendo el carné del partido para entrar. Y así, nunca convenceremos.
Lo único que me consuela es que hay quien votando al partido criticado, opina lo mismo que este servidor.
No permitamos los bloques. Me niego a aceptarlo.
Es que el excapataz de la FLAGELACION es un bocazas que llevaba mucho tiempo lanzando sus opiniones politicas , QUE A NADIE NOS IMPORTAN , sotto voce …. Le está muy bien empleada la destitución ….Que espabile y se de cuenta de que al ser capataz representa a una parte muy importante de una Cofradía y desde ese cargo NO SE PUEDEN LANZAR INSULTOS NI IMPROPERIOS contra alguien que no piensa como tu ……Pero que se ha creído el muy pseudoanalfabeto …..dónde se cree que está ….????