Lunes. Pues sí, otro lunes más. No me pongas esa cara de “mi Hermandad lleva cuatro años sin salir por culpa de la lluvia” y empieza la semana desmontando negatividades con tu sonrisa. ¡Ole tú caramba!
Déjame que te cuente una pamplina que me pasó el sábado pasado. Te cuento: como aún no he superado del todo que no haya palios de vuelta por la calle me fui a ver la Cruz de mayo que salía de mi barrio. Y estando mi alma en modo “pom, poro pom, poro pom pom pom” escucho decir a mi lado “Con que cariño recuerdo cuando salíamos nosotros”.
Te voy a dejar que vuelvas a leer la última frase de arriba. Exacto, has pensado lo mismo que yo: esa reflexión es una plegaria viva al recuerdo. Recordar con cariño vale doble, recordar con pena absolutamente nada.
Pasan los años y somos exactamente los mismos que fuimos. Yo al menos creo que voy muchas veces hasta para detrás, que si pudiera me colgaba la maleta y me iba del tirón para el colegio…eso sí, sin bajarme nunca de la acera.
Por cierto, cambiando de tema, si alguien sabe como se quitan las manchas de las cabrillas en salsa que avise. Es que el otro día me puse una camisa nueva y acabé con más condecoraciones que un Coronel jubilado.
Tú te ríes pero es que hay que ver como se vengan de nosotros las cabrillas…Una ración de cabrillas es una “bomba de racimo de manchas”.
Venga seguimos con la disección.
Una Cruz de mayo es una especie de viaje en el tiempo donde hasta la luz es la misma…que cuando volvemos al presente siempre volvemos con las alforjas repletas de esa luz.
Y es que cuando nuestra madre nos pare nuestro Vecino nos carga nuestro sístole-diástole con un eterno compás de amor. El hijo de la Virgen María gracias a su soplo nos mete en el alma un “Da igual los años que pasen: serás pésimo jugando al fútbol y siempre dirás que sí cuando te llame un amigo para una cervecita”…
Una Cruz de mayo es una metáfora maravillosa de la vida: Una cruz en el mes de María. María que lo es todo y la Cruz que es desde donde empezó todo…Cruz de mayo: el alfa del alfa.
¡SONRÍE! Mayo se va dejando un subrayado especial a nuestro “Fui, soy, seré”. Se va dejando claro que lo que eres en el presente es ese “algo” que deseaste en el pasado…y es que, querido amigo, solo somos algo si María Auxiliadora ruega por nosotros.
¡VIVA MARÍA AUXILIADORA CARAMBA!