Semana Santa a la carta

José Manuel Aparicio

Cuando parecía que las aguas bajaban tranquilas por la zona de Curtidores, cuando todo hacia indicar que el Consejo presidido por Dionisio Diaz podía encarar el último trimestre de este enrarecido 2018 con cierta calma chicha y que, tras los últimos acontecimientos, los “capillitas” nos dedicaríamos al fin a hablar de hermandades y cofradías, de horarios e itinerarios o de bandas de música, un nuevo revés “capirotero” emborrona el horizonte cofrade.

Este bendito pueblo nuestro parece no comulgar con tradiciones añejas. Ni siquiera respetar el pasado más reciente o el más antiguo. Aquí, nos da lo mismo asfaltar todo el centenario adoquinado del centro de la ciudad, que cambiar de día el Pregón de nuestra Semana Santa. Y todo al antojo del capricho del hermano mayor de turno. Peligrosos antecedentes estos. En la misma condición podría estar por ejemplo el hermano mayor de la imagen elegida para celebrar el Vía Crucis de la Unión de Hermandades si pensara que sería bueno para su corporación cambiar un lunes laborable por un sábado festivo, lo que supondria para la hermandad una mayor asistencia de fieles al acto….o no, nunca se sabe.

En cualquier caso, la Semana Santa de Jerez se convierte poco a poco en todo aquello de lo que huíamos. Lejos de evolucionar, involucionamos. Y lo que es peor, con el consentimiento de un pleno de hermanos mayores anestesiado y falto de coherencia y sensatez. Puestos a pedir, a mí me convendría mejor que la Esperanza de la Yedra saliese el Domingo de Ramos. Así, los que procesionamos en cualquier otra cofradía de la “Madrugá” podríamos recrearnos sin prisas en la cara de la Virgen…

Qué, ¿hay trato?

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