Un buen hombre

Ayer nos dejó el bueno de Fernando Morales. El tío de nuestro compañero, de nuestro amigo Adri, y una de esas personas que las cofradías ponen en tu camino que son transparentes, sencillas, cariñosas, amables… Una buena persona. 

No fallaba. Procesión, traslado, Vía Crucis, lo que fuera. “Melerito”, con tono ronco. “¿Qué pasa, que no me vas a saludar?”. Era Fernando. Fue lo mismo que me dijo cuando me lo encontré en la barriada del Carmen, a apenas unos minutos de su casa. Me lo encontré, con su gorra y del brazo de su esposa. Cómo estás, Fernando. Y me contó. Le dije que tenía que animarse. Su mujer asentía y nos despedimos con un abrazo, no antes sin preguntarme qué tal por Madrid, el trabajo, la familia. Y los amigos, especialmente por Adrián, claro.

Me hizo la primera foto que tengo con un micrófono. Era yo un niñato que se creía que sabía de esto. Bueno, de casi todo. Me hizo varias en los últimos años. Y me etiquetaba en sus fotos del palio del Desconsuelo, a sabiendas.

No corren tiempos fáciles para que exista un consenso sobre un hombre. Buena persona. Así quedará en nuestro recuerdo.

Gracias por tu cariño, Fernando. Descansa bajo el manto de la Virgen de la Encarnación.

Total
0
Comparte
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticia anterior

La Misión podría abandonar el Sábado de Pasión en 2021

Próxima noticia

La importancia de la conservación patrimonial en las hermandades y cofradías