En la sala 6 de la exposición ‘Cofradías, la huella del tiempo en Jerez’ figura la custodia procesional de la Hermandad Sacramental de Santiago, considerada la pieza más valiosa de la orfebrería jerezana del siglo XVIII, ya que costó casi 100.000 reales, una enorme cantidad para esa época.
Fue realizada entre los años 1791 y 1793 por Juan Bautista Costella, un excelente orfebre, de probable origen italiano, del que sólo hay constancia de su presencia en Jerez por los años en los que labra esta custodia y del que apenas hay datos de unos pocos trabajos más para las iglesias de Santiago y de San Juan de los Caballeros, donde todavía se conserva un magnífico portapaz suyo.
En la custodia podemos apreciar que, desde su base, asciende una columna hecha de nubes. De ella brotan dos ángeles mancebos, apolíneos y de pulcro modelado. Están entrelazados y portan espigas de trigo. Uno con la mirada perdida; el otro, arrodillado, eleva la vista hacia arriba en actitud de adoración. En torno a ellos revolotean graciosas cabezas de querubines. Este es el original diseño del vástago -detalle que la convierte en singular por su concepción plenamente escultórica- de esta custodia procesional propiedad de la Hermandad Sacramental de Santiago. Su sentido efectista y de disolución de las formas, de recuerdos barrocos, contrasta con la elegancia neoclásica del pie o peana de la pieza.
Cabe recordar que tan valiosa pieza fue restaurada en este año 2017 en los talleres de Orfebrería Villarreal, en Valencina de la Concepción (Sevilla), recuperando así todo su esplendor.